La depresión es un trastorno del estado de ánimo, su sintonía habitual es el abatimiento, la irritación, cansancio y tristeza, que pueden ser pasajeros o permanentes. Estos síntomas suelen afectar en el normal desarrollo del trabajo, las relaciones sociales y familiares, de ahí sus consecuencias sociales y personales. Su origen suele deberse a la suma de varios factores, como el estrés y todo tipo de sentimientos y vivencias negativas, que hayan resultado traumáticas, así como el consumo de substancias tóxicas o enfermedades crónicas. También puede ser de carácter hereditario, ambiental o educacional. La biopsiquiatría suele proponer el uso de antidepresivos.
Nadie imagina que la melancolía como dice Pancho Céspedes pueda acabar con uno, tampoco la depresión, pero ésta última nos puede enseñar mucho de nosotros mismos si escuchamos el consejo del organismo seguro que encontramos muchas respuestas. Antes de que se nos escape el alma...
MI ALMA
Años desconectada
de la vida,
de cualquier vestigio.
Como en una cama
de hospital
con respirador artificial:
gotas, pastillas y más pastillas.
¡Terapia de choque!
Sin respuesta.
Mi alma, huyendo
del mundo.
El único precio
a pagar: el dolor.
Dolor disfrazado
de mil maneras,
adherido a la voluntad
de vivir...
Entonces llegó ella,
misteriosa, desconocida,
a lavar las heridas,
las más inciertas,
las más escondidas,
los sufrimientos del alma,
tan solo ella
con su inspiración
con su dulzura
supo arrancarme
de la carne
el sufrimiento
enquistado.
Tan solo ella
paciente y generosa
supo velar mi soledad.
Auténtica terapia
es solo ella
desnuda, valiente: la poesía.