Quisiera dar las gracias, desde el rendido rincón de mi pecho. Estas líneas, son para todos aquellos que compartieron conmigo esta Semana Santa, en el marco incomparable de un paisaje encantado...Mi corazón, ahora late conectado a todos aquellos que nos conocimos y supimos compartir nuestro ángel. Proyectando amor y aceptación a cada paso. Lo dimos todo en cada danza, que nos hizo vislumbrar vestigios de nuestro espíritu eterno...Para todos ellos y en especial para el director de la misteriosa orquesta, que conformamos. Reflejo aquí, el humilde poema que me dictaron la suma de todas esas energías, mientras estaba siendo acunada en el círculo de una vivencia única...Sin vosotros no hubiera sido posible
Me desborda la gratitud, sobre todo, por descubrirme tan bella a través de vuestros preciosos ojos...A todos mil gracias...
LA INSPIRACIÓN
La inspiración me llega,
de una cascada
dulce,
de almas…
que son el corazón
que late,
en mi interior.
Y en el mundo entero,
una lección…
¡El amor!